Después de algunas lecturas sobre el papel de la gramática en el proceso de enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera, he encontrado una metáfora que me ha gustado mucho: “la gramática es el esqueleto de cualquier idioma”.
Por un lado, me imagino el esqueleto como algo que tiene su lado oscuro, que puede dar miedo y ¡cúantos estudiantes temen la gramática! Por otro lado un esqueleto es la estructura que soporta el cuerpo, así como la gramática es la estructura de soporte de una lengua.
Cada elemento que la compone (léxico, fonética, morfología etc) tiene la misma importancia, y hay que ver todos esos elementos como herramientas útiles y necesarias para obtener una comunicación lo más correcta posible.
Por lo que se refiere a los métodos de enseñanza, creo que el inductivo es el que permite al alumno formar parte activa del proceso de aprendizaje, analizando la lengua e hipotizando reglas, trabajando conscientemente con las estructuras de la lengua, tras haberlo hecho inconscientemente antes. El aprendiente va a asimiliar, interiorizar, utilizar y poner en práctica lo que se ha estudiado, sin aburrimiento o aprensión.
El profesor tendrá mucho más trabajo a la hora de preparar sus clases; pero creo que cada esfuerzo más del docente, permitirá al estudiante aprender de manera fácil, rápida y eficaz.
Para terminar os dejo una citación que he encontrado en estas últimas semanas de lecturas, estudio y reflexiones:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. (Benjamin Franklin)